El periodista de AS Quique Iglesias será el moderador de la presentación del libro 'El sorpasso perico' en el local de la Penya Espanyolista de Cornellà (Francesc Layret, 16), y al que asistirá el autor, Sergio Fidalgo. Será este domingo a las 16:30 h, y posteriormente se podrá ver el partido contra el Racing por PPV. Y el día 3 de diciembre, a las 20:00 h, Fidalgo presentará esta obra en la sede social de la peña de Montmeló, en el Bar Capitán Lagarto (Vic, 7).
En esta obra de 166 páginas se analiza el porqué el Barça ha conseguido la hegemonía absoluta del fútbol catalán y como puede el Espanyol crecer. El primer paso es, según Fidalgo, dejar de lado el antibarcelonismo -pecado en el que el autor confiesa haber caído en muchas ocasiones- y centrarse en acciones positivas que sirva para que el club blanquiazul pueda expandirse: "No vale la pena tener manía al Barça ni a sus seguidores. Eso es lo que quieren los dirigentes azulgrana, que distraigamos nuestra atención fijándonos en ellos, y no invirtamos todas nuestras energías en crecer. Nos hemos de centrar en lo que nos interesa. Menos 'puta Barça' y más 'visca l'Espanyol'". Fidalgo es optimista y aduce que "lo peor ya pasó. Cuando nos fuimos de Sarriá muchos nos daban por muertos. Pero la realidad es que en el viejo estadio los 20.000 socios eran una barrera muy lejana, y en Montjuïc hemos rozado los 30.000".
El nuevo estadio abre nuevas fronteras para la expansión del Espanyol, ya que este club será la entidad deportiva más importante de una comarca en expansión. Sin perder su carácter de entidad nacida en Barcelona, accederá a un mercado que le permitirá avanzar. El autor cree que dos de los grandes defectos de la masa social blanquiazul son el "efecto Astérix" y el "síndrome de Calimero". El efecto Astérix consiste en que "muchos pericos están convencidos es como la aldea de los galos de este popular cómic, rodeada de campamentos romanos-culés que intentan eliminarnos". Esta forma de actuar "nos impide crecer, porque estamos tan preocupados en fortificar nuestras murallas que no buscamos la expansión. Vemos fantasmas por todas partes, a menudo con motivos, y otras veces sin ellos". El "síndrome de Calimero" es "el lamento como forma de vida", es "caer en la típica queja que asegura que a los pericos no nos quiere la prensa, no nos quieren los políticos, no nos quieren los empresarios".